Constelaciones Familiares

Para cada persona solo existe un lugar correcto en la familia.
Una vez que se haya tomado este lugar, surge una nueva perspectiva que te hace capaz de actuar. A través de la liberación de los antiguos lazos inconscientes, el verdadero amor, la devoción, la atención, el respeto y los sueños se hacen realidad.

¿Qué son las Constelaciones?

Las constelaciones familiares son un método terapéutico desarrollado por Bert Hellinger. Dicho método se sitúa en el ámbito de la psicoterapia, y más específicamente en las terapias sistémicas y en el grupo de las terapias breves orientadas hacia una solución.

Todos formamos parte de una red de vínculos, de un sistema. El más importante y básico es la familia.
En ocasiones hay hechos, circunstancias en la vida que causan un impacto difícil de integrar en nuestra historia. Estos hechos generan tanto dolor que tendemos a no mirarlos, a no darles un lugar y quedan excluidos. Aunque estos “dolores” no desaparecen, en ocasiones generan dinámicas disfuncionales que producen sufrimiento y que pueden ser transmitidas de generación en generación. Suelen ser dinámicas ciegas, invisibles. Las constelaciones familiares tratan de mostrarlas y sacarlas a la luz para poder encontrar nuevas vías y alternativas que estén más a favor de lo vital.

Las constelaciones muestran con cierta rapidez y precisión dinámicas familiares e implicaciones transgeneracionales que producen o mantienen los conflictos, los problemas. Suponen un impacto profundo en la persona, permitiendo una compresión que a menudo genera movimientos orientados hacia la solución. Son un trabajo de integración y de asentimiento para favorecer la vida.

Este método terapéutico se aplica a diferentes ámbitos: salud, educación, profesional, pareja…

Se constelan problemas entre padres e hijos, entre hermanos, problemas de salud, de pareja, dificultades para cambiar una situación, asuntos laborales y/o vocacionales, etc.

¿Cómo se desarrolla una constelación grupal?

En una sesión de trabajo grupal de constelaciones familiares, tras una breve presentación e introducción del taller, se va trabajando con aquellos que lo deseen hasta finalizar el horario previsto.

La persona que trabaja, acompañada del terapeuta, expone el problema que desea enfocar frente al grupo.

Una vez que ha quedado centrado lo que se quiere conseguir, el terapeuta indica al cliente que escoja a algunas personas para configurar una imagen de acuerdo al tema que se esté trabajando.

El cliente, apoyándose en su intuición, colocará en el espacio de la sala a dichos representantes siguiendo su propia imagen interior.

Un vez colocados en el espacio, los representantes guiados por las sensaciones que puedan percibir, se van moviendo según lo que surja en ellos.

El terapeuta va acompañando el proceso que se presenta, e interviene según vaya siendo necesario. Poco a poco se pueden ir desvelando las dinámicas que interfieren en la solución del problema. Se irán configurando nuevas imágenes que aporten una información nueva que oriente hacia una posible resolución.

Aunque una constelación grupal es breve, impactante y puntual, se requiere tiempo para integrar la nueva mirada o perspectiva. No se producen cambios mágicos, hemos de acompañar lo nuevo que se vaya abriendo en nosotros. Es un trabajo que impulsa un cambio. Por lo tanto, nos corresponde a nosotros seguir trabajando.

«En las constelaciones familiares el trabajo de reconciliación empieza en el alma individual y en la familia. Cuando se logra ahí la reconciliación, ésta se extiende a grupos más amplios. Por lo tanto permanecemos modestos en las constelaciones familiares, conscientes de nuestras limitaciones».

BERT HELLINGER

Sesiones individuales

A veces nos es más costoso mostrarnos ante un grupo y decidimos optar por la intimidad de lo individual.
El trabajo en sí es el mismo ya que en constelaciones se trabaja con imágenes internas proyectadas al exterior, bien sobre personas o sobre objetos, pero salvando algunas particularidades como que las personas se mueven por sí mismas y hablan, obviamente.

En una primera consulta se especifica lo que se desea trabajar y se va haciendo la historia personal para después configurar una primera imagen sobre la que se irá trabajando.
En las sesiones individuales la información la van aportando el cliente y el terapeuta.
Es un proceso breve, aproximadamente de 1 a 6 sesiones.
Cada sesión dura 1 hora y 30 min.

¿Quieres saber más acerca de las constelaciones?

Mirar y Ser Mirado

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¿Magia o técnica?

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